Los virus informáticos se difunden cuando las instrucciones o código 
ejecutable que hacen funcionar los programas pasan de un ordenador a otro. 
Una vez que un virus está activado, puede reproducirse copiándose en discos 
flexibles, en el disco duro, en programas informáticos legítimos o a través 
de redes informáticas. Estas infecciones son mucho más frecuentes en PC que 
en sistemas profesionales de grandes computadoras, porque los programas de 
los PC se intercambian fundamentalmente a través de discos flexibles o de 
redes informáticas no reguladas.
Los virus funcionan, se reproducen y liberan sus cargas activas sólo cuando 
se ejecutan. Por eso, si un ordenador está simplemente conectado a una red 
informática infectada o se limita a cargar un programa infectado, no se 
infectará necesariamente. Normalmente, un usuario no ejecuta conscientemente 
un código informático potencialmente nocivo; sin embargo, los virus engañan 
frecuentemente al sistema operativo de la computadora o al usuario 
informático para que ejecute el programa viral.
Algunos virus tienen la capacidad de adherirse a programas legítimos. Esta 
adhesión puede producirse cuando se crea, abre o modifica el programa 
legítimo. Cuando se ejecuta dicho programa, lo mismo ocurre con el virus. 
Los virus también pueden residir en las partes del disco duro o flexible que 
cargan y ejecutan el sistema operativo cuando se arranca el ordenador, por 
lo que dichos virus se ejecutan automáticamente. En las redes informáticas, 
algunos virus se ocultan en el software que permite al usuario conectarse al 
sistema. También, por medio de los programas copiados ilegalmente (los 
llamados piratas), promueve irremediablemente la contaminación de las 
computadoras.
Al abrir archivos o ejecutar programas obtenidos por medio de Internet 
(e-mail, ftp, servicios en línea, Internet y BBS) puede ser otra forma de 
contagio.
Efectos que producen los virus.
No es extraño pensar que nada más recibir un virus informático éste causa un 
daño. Los virus informáticos actuales, sin embargo, se diseñan para 
extenderse por las computadoras antes de causar el daño suficiente para que 
se les dé publicidad.
Si un virus se diera a conocer inmediatamente (por ejemplo, mostrando un 
extraño mensaje en pantalla), sabría instantáneamente que algo está mal. 
Además, si un virus estropea inmediatamente la computad ora, el virus no 
podría transferirse a otros discos o computadoras. Por lo tanto, los virus 
más comunes están diseñados para duplicarse sin el conocimiento de los 
usuarios. Cuando un virus se muestra, normalmente es mucho despu és de su 
infección.

 
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